El modelo de Jakobson

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El modelo de Jakobson para la Lingüística Funcional resalta la concepción de la lengua como un sistema dinámico y funcional, surgido de la actividad humana, cuyo objetivo primordial reside en la capacidad de expresar y comunicar intenciones. Este enfoque es ilustrado magistralmente por Roman Jakobson, quien destaca por su contribución al entendimiento de la lingüística y las funciones del lenguaje, evidenciando la profunda capacidad comunicativa intrínseca al lenguaje. Según Jakobson, el lenguaje va más allá de la simple expresión de ideas; es un medio a través del cual persuadimos, forjamos lazos sociales, y construimos nuestra realidad.

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La propuesta de Jakobson se centra en la intersección entre las fases avanzadas del análisis lingüístico y la perspectiva del lenguaje en la Teoría Matemática de la Información, examinando conceptos clave como Redundancia, Información, Código y Ruido Semántico. A pesar de esta interacción, la lingüística como estudio de la comunicación persigue también el objetivo de considerar la lengua como pilar de la cultura y herramienta de comunicación.

El aporte significativo de Jakobson a los modelos comunicativos se materializa en su emblemático artículo «Lingüística y Poética», publicado en 1960 dentro de la obra «Style in Language», editada por T. A. Sebeok para la MIT Press. Jakobson argumenta que toda acción verbal persigue un propósito, y la elección de medios para alcanzar el efecto deseado constituye un área de creciente interés para los investigadores de la comunicación verbal.

En su trabajo, Jakobson se dedica a explorar las funciones del lenguaje, proponiendo como punto de partida la definición de un modelo de comunicación. En este modelo, el emisor envía un mensaje al receptor, el cual está contextualizado por un referente que el receptor es capaz de interpretar. Es crucial que emisor y receptor compartan un código común que facilite la codificación y decodificación del mensaje. Un elemento fundamental en este proceso es el contacto, considerado por Jakobson como un canal físico y un vínculo psicológico que posibilita la comunicación efectiva entre ambas partes.

La relevancia del modelo de Jakobson radica en su capacidad para trascender la visión tradicional del mensaje como mera transmisión de información, influenciado, pero no limitado, por la teoría matemática de la comunicación.